viernes, mayo 05, 2006

El laberinto de las aceitunas

Ayer mismo acabé de leer El laberinto de las aceitunas. La verdad que me he divertido bastante con los delirios del personaje de la novela, quien se define con las siguientes palabras “fui... un tanto pendenciero y malhablado, algo irrespetuoso de la propiedad, la dignidad y la integridad física del prójimo y, en suma, poco observador de las normas básicas de la convivencia”.

El laberinto de las aceitunas sitúa nuevamente en el centro de una espiral de intriga al detective manicomial y paródico que protagonizara El misterio de la cripta embrujada. Arrastrado por el azar más disparatado, en esta ocasión ha de enfrentarse a una desconocida red de maleantes que a toda costa trata de recuperar un maletín repleto de dinero y perdido en curiosas circunstancias. (Fuente seix-barral)

Es otra novela interesante de Mendoza, que sólo precisa de un lector con ganas de disfrutar.